Se encontraron problemáticas significativas entre el taller y el entorno, en las cuales se genera una tensión negativa entre las prácticas del dibujo de modelo y la percepción social acerca de esta actividad. Por lo tanto el entorno responde a través de la censura y la crítica.
Por otro lado la comunidad encuentra negativo el hecho de que haya personas que acudan al taller únicamente con intensiones morbosas. La estrategia que toma la comunidad en torno a esta problemática es incentivar a los asistentes a participar en la actividad del dibujo, para evitar que se tergiverse el objetivo del Taller.
En ocasiones los fundadores del taller (Ángela y Raúl) se ven en la situación de hacer a un lado las actividades y compromisos familiares a causa del deber que tienen hacia la comunidad, de cumplir con las sesiones de dibujo y participar activamente junto a los asistentes.